Consideraciones al diseñar un almacén
Tanto si se trata de abrir un nuevo almacén o centro de distribución, como de añadir una línea de productos, explorar la automatización o simplemente quedarse sin espacio, hay que tener en cuenta muchas consideraciones diferentes a la hora de optimizar la distribución de un almacén y los procesos asociados. Queríamos compartir algunas ideas sobre la metodología de Establish para los proyectos de diseño de almacenes, en concreto las aportaciones que nos gusta recopilar antes de dibujar cualquier concepto o hacer recomendaciones.
Primeros pasos - Planificación de alto nivel
El inicio de un proyecto de diseño de almacenes debe incluir algunas conversaciones: las que definen el alcance del proyecto, los parámetros de éxito, las principales partes interesadas y cualquier quebradero de cabeza o preocupación que deba resolver la nueva distribución. Es importante ponerlo todo sobre la mesa, porque la distribución "óptima" no siempre es la más adecuada para las operaciones y los empleados implicados. Antes de iniciar el proyecto, es primordial conocer los valores de la empresa, las propuestas de valor, los objetivos, los canales de venta, los clientes, la estacionalidad y las previsiones. Además, implicar a todos los empleados o representantes del grupo afectados y establecer una buena relación mantiene alineados los intereses de todos.
Flujos de procesos y materiales
Tras una comprensión de alto nivel de la empresa, los procesos del almacén tienen la máxima prioridad a la hora de determinar la distribución del almacén. No hay mejor manera de conocer los procesos que estar físicamente en el almacén, recorriendo paso a paso cada punto de decisión. Observar, documentar y hablar con los operarios serán sus mejores recursos: nadie conoce mejor el proceso que quienes trabajan en él día tras día. El tiempo que se pasa con los operarios contribuye a la aceptación de la futura distribución y garantiza que se tengan en cuenta las necesidades y los retos de todos. Durante el seguimiento, es importante acordarse de seguir todo el ciclo de vida de un producto en el almacén, desde que entra en las instalaciones hasta que llega a manos del cliente. Hemos comprobado que conocer a fondo la operación permite analizar mejor los datos más adelante en el proyecto.
Análisis de datos sobre volúmenes
Además de la observación cualitativa del proceso, el diseño del almacén debe incluir una buena cantidad de análisis de datos cuantitativos para determinar los volúmenes de productos y el perfil de los pedidos, ya que son los que dictan las necesidades de mano de obra y espacio. El perfil de los pedidos es el dato más importante para el diseño de un almacén, ya que determina el proceso y el almacenamiento. Comprender cómo se ordena el producto, ya sea en palés, cajas o unidades, definirá las estrategias de preparación de pedidos que puede desplegar (piense en la preparación de pedidos por orden, por lotes, por grupos, por olas o por zonas). Conocer los volúmenes máximos, y no sólo las medias, garantiza que la operación pueda soportar esos días de gran volumen. El perfil del pedido, la estrategia de picking y los volúmenes ayudan a determinar el espacio de inventario necesario y las horas de mano de obra necesarias.
La unión hace la fuerza
La combinación del conocimiento de los procesos y el análisis de los datos como aportaciones al diseño aumentará las posibilidades de dar con una solución que sea óptima y satisfaga las necesidades de la empresa. Una vez desarrollados los factores de planificación y aplicado este enfoque cualitativo y cuantitativo a las entradas, podemos empezar a iterar los conceptos. Piense en las observaciones y análisis que hemos hecho antes como si fueran piezas de un puzzle: cada pieza (es decir, la cantidad de estanterías para un producto, el espacio de montaje o la maquinaria) es una cantidad de espacio definida. A partir de aquí, encajamos todas esas piezas, dibujamos flujos de materiales para seguir el ciclo de vida del producto y visualizamos. Después, todo es iteración.